domingo, 3 de noviembre de 2013

"Argentina"

A una semana de las elecciones legislativas, el país sigue caminando para algunos economistas, con serias dificultades, para los oficialistas con viento a favor.

La Presidenta está en reposo y así debe ser por la cirugía a la que fue sometida. Fue muy prudente en no salir a hacer campaña los últimos días previos al 27 de octubre. Recuerdo años antes cuando un ministro de economía se resfríaba, la economía del país temblaba, los bonos bajaban, el dólar subía, el riesgo país trepaba como termómetro al sol. Hoy eso no pasa. La máxima autoridad política del país no está en el centro de la escena y sin embargo, el país sigue adelante, incluso con las elecciones en medio de su ausencia. ¿Madurez o inconsciencia?

Esperemos que sea lo primero.

Este país, esta tierra, esta nación, merece que así sea. Los resultados electorales son contundentemente desfavorables para el partido que gobierna, aún cuando se pudo ver al vicepresidente arengar a la tropa como si hubiera obtenido la victoria más contundente de la historia. Era notable ver los rostros de quienes lo secundaban, no entendiendo el porqué, de su excitación post electoral. Volviendo a los resultados, vamos a vivir dos años de transición donde un gobierno con su modelo, dará lugar a otro que vendrá con su impronta. Esperemos haber madurado hasta ese entonces, y aquello que hicieron bien, quienes gobiernan hoy no sea borrado de un plumazo por aquellos que vendrán.


Tenemos que comenzar a ser un país en serio, ya somos adultos en esto de vivir en democracia. Pasaron 30 años, ya deberíamos caminar solos y no ver al que piensa distinto como “el” enemigo sino como el adversario que tiene una opinión diferente a la mía, pero que en el fondo quiere lo mejor para mi patria como lo quiero yo. Quizá la forma sea distinta pero el fondo es el mismo, todos deberíamos querer una nación pujante que sea puesta a la altura de las mejores naciones del mundo. El mundo nos ve como un país fabuloso que quienes viven en él no saben administrar lo que tienen.

Saben lo que cuesta pedir ayuda extranjera, cualquiera sea esta, para organizaciones como Alas de Águila, porque el mundo nos observa y dice “tienen todo, pero administran mal y además son sino los campeones, por lo menos los subcampeones de la corrupción”.

Que podamos vivir estos dos años que quedan en paz, entendiendo que todos somos argentinos, que aquel que piensa distinto que yo también es argentino y que el país es para todos, que debemos ser inclusivos no divisivos. Volvamos a las operaciones simples, sumemos no dividamos.

Que así sea.

Fundación Alas de Águila