¿Qué nos está pasando a la humanidad? La partida de
hacia otro mundo de Aylan Kurdi, nos permitió tomar conciencia de algo que
ocurre día a día desde hace un tiempo.
Mientras tanto esto que sucedía estaba en
silencio, en un cono de sombras. Aylan no es el único que murió en el intento
de dejar su tierra, son muchos los que el mar se tragó, pero la foto, la imagen
de él, es la que hizo tomar conciencia al mundo.
En lo que va del año son 2.500 personas
aproximadamente que vieron por última vez la vida, en el mar Mediterráneo.
Hay sirios, nigerianos, costamarfileños,
senegaleses, etc., quienes huyen de sus tierras porque entienden que entre el
hambre y las guerras prefieren tratar de morir intentando ser libres en otros
países. La frase más común que se escucha es “ya estoy muerto en vida… qué más
da morirme en el intento”. Un dato para tener en cuenta los migrantes en su
gran mayoría, profesan la religión musulmana…
Entendemos que este sistema consumista y que le da
valor al tener, está llegando a su fin. Hay que dar un vuelco a lo espiritual,
a darle un real valor a esa área de la vida que el consumismo aplasta,
destruye.
Ese niño ya no tendrá futuro en esta tierra, ya no
correrá detrás de una pelota tratando de hacer un gol a lo Messi, no hará
dibujos de colores, ya no dirá papá o mamá, ni siquiera se portará mal, no
asistirá a la escuela, ni a la facultad, ni será padre, ni conocerá a sus
generaciones. Pero dejó un legado, duro, difícil de digerir, pero su última
imagen recorrió el mundo y el mundo, si no sabía se entero de lo que sucedía y
si sabía ya no pudo hacerse el distraído.
Y que de aquellos que hacen la guerra, que
prefieren que los hijos de su propia sangre que no piensan como ellos terminen
muriendo en el mar, antes de establecer la paz. Es tiempo que el mundo se ponga
los pantalones largos y ahora sí intervenga en estos estados con personas
corruptas, sanguinarias, violentas. Las Naciones Unidas lo hicieron cuando
había intereses económicos, porque no hacerlo ahora que hay un interés humano.
Hace más de 2.000 años, ALGUIEN dijo que en un
tiempo: “Una nación pelearía contra otra y que un país haría guerra contra
otro; que en diferentes lugares habría grandes terremotos, hambres y
enfermedades y que habría sucesos aterradores y grandes señales del cielo”.
Los migrantes son personas iguales a Ud., iguales
a mí, anhelan una tierra donde les brinden algo tan preciado para ellos como la
paz; necesitan del afecto, del amor; quieren vivir por eso huyen; están
mostrando a través de Aylan la verdad al mundo; aspiran a que se haga justicia
con ellos, por el solo hecho de ser humanos.
Tengamos un tiempo de reflexión por respeto a
aquellos que ven abortados sus sueños de libertad en el mar Mediterráneo. Que
la muerte de Aylan Kurdi nos lleve a la meditación. Esa imagen golpea nuestra
alma, pero lo importante es que el impacto lo tenga en nuestro espíritu para
así poder transformar esto que el sistema nos “vende” como normal. Que así sea.
Fundación Alas de Águila
Por
una Juventud con Valores