lunes, 12 de diciembre de 2011

Asumió la Presidenta


Ayer, diez de diciembre, en nuestro país, la Sra. Cristina Fernández de Kirchner, asumió un nuevo mandato por cuatro años. Hubo festejos y algarabía.

Es muy bueno festejar y gozarse por un nuevo mandato presidencial, digo esto, no por la persona que ocupe circunstancialmente el sillón de Rivadavia, sino porque es una alegría poder festejar a esta democracia que va creciendo, que va madurando, que está comenzando a dejar su adolescencia para convertirse en una democracia adulta.

Eso es muy bueno, para un país. Este año tuvimos la oportunidad de ejercitarla sufragando en las elecciones primarias como en las definitivas. Esto va generando un ejercicio en sí mismo, que nos permite a los adultos y sobre todo a los jóvenes poder ser críticos, entendidos, y tener y ejercitar el derecho de elegir.

Un nuevo tiempo viene sobre Argentina, aun cuando por ahí, sean los mismos rostros. De todas maneras creemos en nuestro país porque tiene todo el potencial para avanzar, para crecer, para superarse. No es necesario ser más que Brasil o más que Chile; lo importante es ser mejores de lo que fuimos, superarnos a nosotros mismos.

Desde aquí deseamos que en este periodo que se inició ayer nuestra Presidenta pueda unir lo que está dividido, pueda traer paz, amor y trabajo (que casualidad algunos de los valores que pregonamos) a nuestra patria. Que finalmente, como hace años algunos declararon en un papel, pueda constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general y asegurar los beneficios de la libertad para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo argentino: invocando la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia.

Es el mismo deseo que se viene pregonando desde 1853. Ojalá que en esta oportunidad comience el cambio. Que así sea.

FUNDACION ALAS DE ÁGUILA