Semanas atrás hablábamos de la hidalguía, don de gente y actitud de Radamel Falcao García ante circunstancias que debía vivir en este Mundial 2014.
Lamentablemente hoy debemos referirnos a la acción que llevó a cabo el jugador de Uruguay Luis Suarez al morder al rival italiano Giorgio Chiellini. Este hecho generó que desde el ente rector del fútbol mundial, la FIFA, le diera nueve fechas, más cuatro meses de suspensión y el pago de una multa en francos suizos.
Ya el mordiscón fue la noticia, pero lo que vino a posteriori de la resolución de la FIFA, causó aun mayor revuelo, pero lo que sí marcó el análisis puntual fueron las opiniones que se generaron, por ejemplo Maradona dijo “¿A quién mató Luis, porque no lo mandan a Guantánamo? Esto es fútbol, es roce”. El viernes en horas de la mañana parte de la sociedad uruguaya fue a manifestar su apoyo a la casa de Suarez en ese país.
Lo triste de todo es la mirada equivocada de un hecho. Muchos apoyan a Suarez, pues dicen que lo que hizo es parte del juego. La verdad que Suarez, no tuvo espíritu de cuerpo, igual que Maradona en el ’94, pues a ellos pensaron y les importó más el yo, cada uno en su momento (mordiscón y coctel de aditivos) que el equipo en sí.
Obviamente que es un golpe duro para los compañeros (la muestra está en que tanto Argentina en el ‘94 como Uruguay hace unas horas, no pudieron pasar a la fase siguiente). En la intimidad, más de un jugador uruguayo debe estar molesto por la actitud del delantero y es lógico, porque Suarez, no pensó nunca en el equipo, claro sus compañeros jamás declararan en público por esos malditos códigos, que se parecen a los que manejan las mafias o narcotraficantes.
Todo deporte de conjunto debe tener una visión. Cada integrante del equipo debe tener en mente minuto a minuto la decisión de inmolarse en función del grupo, si así fuera necesario. Sacar los pies del plato, como hizo Suarez, solo genera la grieta al grupo que es muy difícil de unir.
Otro capítulo de esta acción es que actitud poco masculina la de morder. Todos aquellos que han jugado al futbol saben que es una actitud tan, pero tan parecida a arañar en una pelea de varones…, se entiende, no?
Creemos también que la sanción solo debe ser deportiva, pues desde la FIFA se extralimitaron al decir que no puede estar con sus compañeros ni siquiera asistir como un mero espectador de fútbol a cualquier encuentro de la copa del mundo. Nos parece que en honor a la disciplina nadie puede invadir terrenos donde no tiene injerencia. ¿Quién es este poder del fútbol, para prohibir la mera convivencia con sus compañeros? La pregunta que surge es… ¿Qué pasaría si Suarez no hacía caso y se quedaba a ver el partido por los octavos de final? ¿La FIFA lo detendría y como dice “el Diego” lo mandaría a Guantánamo? Hum… para pensar. Además no hay muchos casos de jugadores que muerden, él tiene tres sucesos iguales, evidentemente necesita apoyo psicológico y no creo que con esta medida la FIFA lo ayude mucho, otra pregunta ¿Qué pasaría si Suarez, al ver que todo se cae, que Uruguay no se clasificó, se sintiera tan culpable que lo llevara a tomar una drástica decisión? Hum…, para seguir pensando.
Vivimos en un mundo en que todo está dado vuelta, donde lo que está bien, la gente lo ve mal, y lo que está bien la gente dice que está mal. Por eso esto de Suarez levantó distintas y tan opuestas opiniones.
El caso de Luis Suarez, nos da una reflexión.
Podes tener mucho talento pero si careces de carácter NO trascenderás. El talento te llevara hasta donde tu carácter te lo permita. Para tener carácter hay que volver a las fuentes, a los principios, a los valores. Allí lo que es rojo, es rojo y lo que es verde es verde; bajo esa atmósfera, la verdad es la verdad, no medias verdades; el amor es amor, no pasión; la vida es vida y no los derechos humanos para abortar; la paz es paz, no la ausencia de violencia y la justicia es justicia, aunque se traten de personas importantes.
Sumáte a vivir los valores, porque cuando aparezca (y espero fervientemente que no) otro Suarez, todos nos pongamos del lado de la verdad, de la cordura y del sentido común.
Que así sea.
