domingo, 13 de noviembre de 2011

Cae la economía del mundo


Que la economía de Europa está cayendo, que renunció Berlusconi, que Grecia tiene un tipo de cambio bajísimo, que la gente en Norteamérica ya no sueña con hacerse la América, que en la Argentina el dólar sigue subiendo y no pasaron más de dos semanas de las últimas elecciones que muchos dicen fueron históricas.

Parece que la economía del mundo está derrumbándose, como nuestro hermoso Perito Moreno, lo hace año a año.

La gente corre desesperada a los cambistas ilegales, los mal llamados arbolitos, los que intentan hacer las cosas bien, chocan con muchos requisitos, que terminan desalentando hasta el más paciente.

Una maratónica corrida por comprar esos billetes de color oliva y como diría un cuento de Landriscina “y para que…”

Al fin y al cabo, hoy corres por el dólar, mañana por el Plazo Fijo, pasado sufrís por el corralito. Parece el cuento de nunca acabar. Vivís corriendo como aquel burro al que le ponen la zanahoria delante de sus ojos para que avance, claro, él no sabe que jamás la alcanzará.

Pero vos que sos cuerpo, alma y espíritu, y eso te hace diferente, bien diferente, mal que le pese a Darwin, de los animales. Porque será que el hombre pone todo su esfuerzo, su inteligencia en las posesiones, en las riquezas, en lo material. Porque será que no pone los ojos en capacitarse, en aprender, en disfrutar de un amanecer, de una melodía, del arte en general, del amor, de la paz. Vos dirás muy utópica la editorial, pero yo te digo que…

Detenete un minuto, porque si corres detrás de lo material, si queres tener mas y mas, quizá algún día se acabe, si no es el dinero, se te acabará la vida, y por si no sabes, hay una sola vida asignada a vos, más allá de todo el dinero que puedas juntar, NUNCA podrás comprarte una vida de repuesto; una vida de auxilio.

Disfruta de tu vida, de los amigos, de tus hijos o tus papis, de la salud. Dale el real valor al dinero, si ese que estas pensando. El dinero vale tan solo eso, ni más ni menos.

Decidite a hacer cosas que te llenen el alma, más que el bolsillo. Eso no se puede comprar, tan solo se puede disfrutar.

Si tenes ganas porque no te cebas unos mates, o te haces un café, o le decís a ese ser, aunque sea por mensaje de texto, que la o lo amas. Dale no te quedes con los brazos cruzados, generá acción, movete, levantate, disfruta de la vida. Te pueden faltar muchas, muchas cosas, pero eso depende como lo mires, observa todo lo que tenes, y te vas a dar cuenta que es mucho.

Levantá la mirada quizás puedas ver muchos colores o no, porque quizá sos ciego; escucha el sonido de los ruidos diarios, o quizá no puedas escuchar nada porque eres sordo; recorre la geografía de las objetos con tus manos o quizás no tengas manos o no puedas usarlas; saborea cada gusto que llega a tu boca el dulce de la miel, el agrio de la lima, ese exclusivo que regala la pimienta; olé esos aromas especiales, como el café, un jazmín, o el perfume del almuerzo.

Ves que tenes muchas, pero muchas cosas… Ahora a disfrutarlas; cambia tu manera de pensar, acerca de  lo material y va a cambiar tu manera de vivir en el alma.

FUNDACION ALAS DE AGUILA