domingo, 9 de septiembre de 2012

Semana Triste en Jujuy


Pasó la semana del 23 de agosto, y llegamos a esta primera semana de Septiembre. Cuando nos preparábamos para sentir el perfume de los azahares, de los jazmines, llegó la información desde el norte de nuestra patria, del corazón de la Quebrada, que Luis Darío Condorí, un joven de Humahuaca, había perdido su vida de un balazo en el abdomen.

Tristeza, enojo, indignación, dolor, cuantos sentimientos se entrecruzan por el corazón de los jujeños bien nacidos. Pero hay algo que está sucediendo en nuestra tierra, se está separando la oscuridad de la luz. Como me dijo un sabio el viernes "hijo, no hay nada oculto bajo el sol"

Y así es día a día en nuestra hermosa provincia, se está poniendo blanco sobre negro, y las cosas están saliendo a la luz.  Es triste saber que un padre de familia faltará a la mesa de acá en adelante, por ir junto al pueblo, ojo eh? junto al pueblo a defender una tierra que no era ni siquiera de él, pero no iba a permitir, que intrusos, "extranjeros" vinieran a tomar algo que no era suyo.

Son tiempos difíciles que nos toca vivir como provincia, hay que esforzarse y ser valientes. Esforzarse para mantenernos en nuestras convicciones, porque no es fácil vivir, en este sistema de antivalores del tener por sobre el valor del ser. Pareciera que todo tiene un precio, pero ese precio se transforma en valor cuando tenemos identidad, sabemos de dónde venimos y hacia dónde vamos; y también tenemos que ser valientes, justamente para mantener esas convicciones. Vienen tiempos duros, pero a estas tormentas de rayos y truenos, le sigue un amanecer plácido, pacífico, donde las aguas volverán a tomar su cauce natural, donde la fragancia de la hierba fresca perfumará cada mañana y el recuerdo del olor a gomas quemadas, a pólvora y a multitud, será solo un recuerdo.

Creemos en un Jujuy, con gente de paz, de convicciones, que hará lo que DIOS diseño para esta tierra.
Amamos nuestro terruño, en el nacimos y formamos nuestras familias y seguramente nuestros hijos, engendrarán nietos jujeños. Nosotros, ellos merecemos vivir en una tierra de paz, donde no beba sangre de inocentes ni cultos basados en el temor ni el miedo. Merecemos una tierra donde fluya leche y miel; que la PAZ sea el valor que vuelva, que la LIBERTAD se la palpe en cada esquina, en cada cerro; que la JUSTICIA se haga realidad; que VERDAD siga saliendo a la luz y que el AMOR nos lleve a amar a cada jujeño a darnos una mano entre todos, porque el que ama tiene paciencia en todo, y siempre es amable, porque el que ama no es envidioso, ni se cree más que nadie; porque el que ama no es orgulloso; porque el que ama no es grosero ni egoísta; porque el que ama no se enoja por cualquier cosa; porque el que ama no se pasa la vida recordando lo malo que otros le han hecho; porque el que ama no aplaude a los malvados, sino a los que hablan con la verdad; porque el que ama es capaz de aguantarlo todo, de creerlo todo, de esperarlo todo, de soportarlo todo; porque el amor es eso… amor.  Que así sea.