Este viernes 07 como ya es tradicional, en nuestra capital, se realizó la Cena Blanca, que convoca a los jóvenes egresados, ¿egresados? de los distintos colegios de nuestra provincia.
Hoy la editorial está más bien dirigida para los adultos que conformamos esta provincia.
Un párrafo aparte de esta Cena Blanca, para los tres grupos de cumbia Retutu, Sonido Básico y Judas, estos grupos actuaron gracias a la colaboración de El Príncipe y la agrupación Tupac Amaru, según informó el diario El Tribuno, en la pag. 22 de su edición del día 07 de diciembre. Según pudo observarse y escuchar por la transmisión en directo de un medio local, el trato de estos grupos hacia los egresados fue lamentable. Les dijeron Fumancheros que significa: drogadictos, adictos al paco, etc.; a las chicas les dijeron pata sucia y rochas que significa: chorras, ladronas, etc. y también las tildaron de zorras. Denigraron con sus letras a la mujer, como si ellos no vinieran de una mujer, que paradoja, no? Cuando ya terminaban de actuar estos grupos, el cantante expreso “bueno, nos vamos a la m…” como algo gracioso y de onda. Mucho más triste y preocupante fue ver a los docentes participar, con sus risas acompañando y festejando esta vil manera de expresarse de estos supuestos “músicos” generadores de cultura.
La verdad es que uno se queda sin palabras. Dice el dicho: “Cuando la limosna es grande, hasta el santo desconfía”. Lo gratis, esta vez, salió carísimo. El Ente Autárquico, ha realizado hasta el día de la fecha un trabajo impecable en cuanto a la organización de este mega evento, que muchos años antes que el Ente se hiciera cargo, tuvo innumerables falencias. Suponemos que esto no volverá a repetirse.
No queremos que suene a moralina, sino que entendemos que nuestros jóvenes están en plena formación, y situaciones como estas los terminan deformando. Si en forma individual ellos quieren seguir a estos grupos y ser tratados como la noche del viernes, no hay problema, cada uno puede elegir, pero no es justo que todos hayan sido tratados de esa forma. Allí ellos no tuvieron la libertad de elección. Fue impuesto y al que no le gustó, no tuvo otro remedio más que bancárselo.
Lo que sí es lamentable, es que desde el cuerpo docente festeje y participe de estas situaciones, como algo “cool” o de “onda”. Muy triste, porque en los adultos está la capacidad de discernir, de entender de que se trata la educación. Pero bue… parece que el cáncer que ataca nuestra sociedad está haciendo metástasis en quienes tenemos que conducir.
Esto no nos desalienta, al contrario nos anima. Este hecho fue una muestra para ver como estamos parados frente a situaciones límites, en donde los golpeados (aunque no parezca y se diviertan y hasta compartan) son nuestros jóvenes. Ahora van a tener la oportunidad de ejercer su voto. Ellos que son tratados por pares, como fumancheros, zorras, chorras, patas sucias. Ellos van a decidir con su voto el destino de una nación. Protejámoslos, cuidémoslos, amémoslos. No los entreguemos a este sistema perverso, que solo quiere la destrucción de ellos y peor no participemos de este sistema y menos gozándonos de palabras insultantes, que denigran a la mujer. De esta forma pareciera que hacemos la vista hacia otro lado.
Esto se cambia con esfuerzo y valentía. Cada uno haciendo, desde su lugar, un mejor mañana para nuestros jóvenes y adolescentes. Después en charlas de café, se escucha decir… “y sí la juventud está perdida…” La pregunta que se genera es: “¿y qué haces para que la juventud que decís que está perdida, vuelva al camino?
Fundación Alas de Águila
